Ha pasado el tiempo y tú no me has abandonado, nunca me has dejado solo, siempre has estado ahi, en el mismo lugar, tan lejos, tan cerca, tan pequeña, tan desafiante, tan miserable, tan grandiosa. Libertadora e inquisidora, partidaria de mi condena.
Te tengo grabada en mi piel, nunca te podrás ir de mi, no puedo olvidarte, tus marcas ahí estan, marcas de mi posesión, de mi sútil amargura conquistada por ti.
Te debo un altar, asi como la quema entera de todo lo que eres, de todo lo que representas, de todo lo que me haces, todo lo que te dejo hacerme.
Todo un símbolo para mi, que ya sea para mi consuelo o para mi desgracia ahi estarás, ahi te tendré conmigo para siempre. Nunca te separaras de mi, porque eres mia, nunca te compartiré por que siquiera nunca me atreveré a revelarte que tu existes para mi.
Seria mi perdicion, mi ida al manicomio.
Mi declaracion total de que soy un obstenido con el dolor fisico que ejerce una simple navaja color plata.
jueves, 20 de diciembre de 2007
Suscribirse a:
Entradas (Atom)